ESA GRAN MENTIRA LLAMADA FÚTBOL
Me declaro deportista, sin lugar a dudas. He practicado futbol sala cuando estaba en quinto de EGB, hoy sería quinto de primaria, luego hasta octavo cross, en el verano en el que pasé del colegio al instituto hice pelota mano y ya con catorce años empecé a practicar halterofilia hasta los treinta años. Cambiar de comunidad, casarme y demás avatares hicieron que estuviera una década sin praticar deporte de seguido, hasta que cumplí unos de esos sueños que tenía, hacer judo y ya llevo seis años. En todos, absolutamente en todos estos deportes, he vivido un respeto absoluto por los jueces y por la competición, sin querer engañar a nadie ni faltar el respeto al rival; nunca jamás.
Buena introducción para renegar del deporte de alta competición, y más si el nombre de ese deporte empieza por fut y acaba por bol.
Estos días vivimos la resaca de una remontada histórica en la liga de campeones (me niego a decir palabras en inglés cuando las tenemos en castellano) por parte del Barcelona. Perdió 4 - 0 en París ante el PSG y aquí necesitaba un 5 - 0. Pero más aún, el PSG metió un gol en Barcelona y los catalanes se vieron obligados a meter seis goles y lo consiguieron. Pero lo malo es cómo se consiguió.
En el deporte los errores forman parte del espectáculo. Por parte de todos, obviamente. Los errores del árbitro para que el Barcelona llegara a ese resultado forman parte del juego. También los jugadores del PSG fallaron dos goles cantados con los que seguro hubieran pasado la eliminatoria. Lo que no puedo digerir es el engaño. Ver como un fenomenal futbolista como Luis Suárez se deja caer en el área para que piten penalti es una ofensa al deporte. Y aquí es donde viene la vuelta de tuerca a este escrito. Repudio a los miles de aficionados que aceptan el engaño y que aplauden porque así van a ganar. Repudio a esos padres que alaban estas acciones con sus hijos delante que enseñan que para ganar vale el engaño. Repudio a todos los aficionados que para justificar los engaños de los jugadores de su equipo, sacan a relucir los engaños cometidos por los jugadores del equipo rival. Repudio a los medios de comunicación que alaban la gran remontada por encima del engaño manifiesto.
Repudio el fútbol de alta competición, porque todo vale con tal de ganar. Un espectáculo que va en contra de la esencia del deporte no se puede llamar deporte. Por suerte, a veces aparecen personas como Carles Puyol que lo dignifican.
Pero en general, repudio el fútbol de alta cometición y mira que es un deporte bonito!!!!
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